viernes, 10 de octubre de 2014

De la mano del tiempo

Me encontré en la esquina con las hojas cayendo a mi alrededor, fundiéndose en un verde esperanza deseando ser tomado por alguien.

Me encontré con el cielo gris esperando la llegada la tarde para vestirse de naranja y bailar junto al fuego.

Me encontré con los pies descalzos, confusos por pisar octubre.

Me encontré con el aire maquillando mi cara de rojo ayudado por el frío.

Me encontré cara a cara con alguien que pensaba haber olvidado. El otoño me mira con incertidumbre, esperándome. Pone su mano delante de la mía, invitándome a dejar el calor del verano atrás, a empezar a cambiar. Confusa, mi mano empieza a acercarse a la suya, dudando si está dispuesta a dejar que una nueva estación la guíe. Oigo un suspiro que me habla de promesas que se cumplirán y me dejo llevar.

El extraño, de nombre otoño, me recita poemas sobre cambios, me relata poesías sobre mañanas bañadas en color cobre. Dejo que los poemas me lleven a ser diferente, a acoger el frio con dulzura, a ponerme bufandas escondidas en el fondo del armario. Los versos me ayudan a acordarme del otoño, de los cuentos que fueron escritos junto a él y de lo bonito que es despertar a su lado.

Ahora, me encuentro en la esquina bailando al ritmo de una nueva estación.