viernes, 25 de diciembre de 2015

Nosotros

No éramos Romeo y Julieta, no éramos amores destinados a morir de la mano. No éramos almas gemelas. Éramos fichas de un puzle, puestas juntas por la mano del viento y el agua. Éramos felices, jóvenes, enamorados.

Sus manos cogían las mías para hacerme sentir protegida. Yo le enseñaba la luz del verano y el me enseñaba la belleza del invierno. Le hacía reír para hacerle sentir querido. Nos tropezamos el uno en el otro para ninguno caernos. Nos reíamos de la ignorancia de nuestro alrededor, y abrazamos nuestros años rebeldes adolescentes.

Andamos por la orilla del lago sin darnos cuenta que los vientos estaban a la vuelta de la esquina. Viajamos por las calles de la ciudad sin saber que los fantasmas estaban escondidos en los callejones.

Pero cuando el reloj tocó las cuatro de la madrugada estábamos perdidos en el bosque, habíamos ido tan lejos del camino que la belleza de los árboles se había perdido, y las mariposas se habían convertido en arañas. Habíamos confiado en nuestros ojos para guiarnos, pero estábamos ciegos por la pasión del momento.

No éramos Romeo y Julieta, pero caímos en el amor como ellos, y al final el amor nos rompió.